Antes que nada, te digo,
sin atisbos de vergüenza,
que casi todas las noches
tengo sueños de indecencias,
más para mi son gloriosos,
pues en ellos eres reina.
Antes que nada, te digo,
que esos días, al despertarme,
por lo real de mis sueños
los labios aún me arden,
y me apuñala tu ausencia
con pena inimaginable.
Antes que nada, te digo,
que sólo, en mi dormitorio,
el efecto de esos sueños
es plenamente notorio
en lugares de mi cuerpo
que se erigen sin decoro.
Antes que nada, te digo,
que aunque el frío sea bajo cero
el efecto de esos sueños
me enardece por entero,
despertando yo sudado,
y sábanas por el suelo.
En esos sueños sabrosos
soy mucho más que tu amigo,
y son cosas deliciosas
esas que hago contigo,
que quisiera realizarlas,
antes que nada, te digo.-
*Betzabé*
Ya te pedí perdón.
-
s
Henri Gervex (1852-1929)
Ya te pedí perdón, ¿qué más deseas…? ¿Que me arrastre, que pene, que
suplique…? ¿Que te llore mi error, que magnifique lo que...