30.3.11

Te deseo...




Con los ojos del recuerdo te aprisiono,
en deleite lujurioso y obstinada entrega,
eternizo el cataclismo de tus huesos,
contengo la respiración, aparto el vientre,
y te beso a ritmo con acompasado roce.

Entre crestas de atmósfera de versos,
mi íntima entrega tiene el clavel de tu piel,
pasión vehemente se desborda sonámbula,
en el porqué de las teclas de un piano nostálgico,
y en la cuenca de mi sangre el universo todo.

Mi deseo es marea de ilusiones viajeras,
encrespada y palpitante en el centro de tu playa,
me muero de amor con ansias de tenerte de nuevo,
en la esencia que se desborda con infinita fiebre,
y el ardor de los muslos desafiantes con sabor a río.

Instantes de éxtasis despertando auroras,
tu imagen se balancea cautivando espejos,
el fuego es verbo entroncado en sueños nuevos,
tiembla mi cuerpo en la garganta de la noche,
y entre mis senos percibo el bombeo del corazón...
espectral.


*Betzabé*

25.3.11

Carnal...


Deslizate por mi cuerpo
introduce tu lengua en lo mas profundo
de mis entrañas
bebe del nectar de mi sexo húmedo
penetra en mi excitación
y siente mis gemidos
escucha mi respiración
saborea las sensaciones
de la pura pasión carnal...


*Betzabé*

22.3.11

Frialdad







No escuchas mis ruegos
No atiendes mis quejas y menos mis gemidos.
Y te sientes tan confiado, tan seguro de tu hombría.
Tan dispuesto a amarme como si fuese tan fácil.

Me manipulas a tu antojo.
Me besas no más por compromiso.
Tus manos tan ásperas y frías
Me lastiman y me hacen sentir utilizada.

Engañarte con mis orgasmos fingidos.
Es el diario vivir de todos los días.
Parece como que me amaras;
Pero la realidad es que no sabes hacerme sentir mujer.

De todo esto ya estoy cansada.
De saber que en cada entrega significa la muerte
Escurridiza y como si mi cuerpo fuese de hielo.
Desde ahora me evado y punto.

*Betzabé*

9.3.11

Amor de Noche




Se conocieron en un sueño de madrugada,
cuando el amor moría en un rincón de la heladera.

Ella salía de un lugar oscuro,
volvía a casa luego del trabajo,
fumaba y maldecía el olor que
dejan los hombres de promesas baratas.

Él escapaba de una cama vacía,
se perdía en calles desiertas,
contaba baldosas, adoquines,
el tiempo pasaba de prisa, como las buenas cosas.

Y en la ciudad el calor era sofocante,
los habitantes agonizaban en balcones, terrazas,
soñaban con ofertas de ventiladores.

Aquella noche, sin saberlo aún,
el destino o una ruleta generosa,
los beneficiaría con un viaje a
las afueras de otro planeta.

Allí la vio,
esperando el colectivo de las tres,
parecía un ángel abandonado,
expulsado del cielo por inducir al pecado.

Le habló sin parar, pálido, aterrado,
aquellos ojos parecían lunas sobre el mar,
el colectivo llegaba, ya eran las tres,
ella sonreía, se quedó con él.

En otro lugar, a esas horas,
los porteros limpiaban veredas,
los borrachos se despedían con tristeza,
vendedores de diarios hojeaban la Playboy.

Caminaron como turistas,
recorrieron calles y bares,
hablaban de esperanzas y desengaños,
de soledades y larga espera.

Después de las bebidas
pararon un taxi directo a un hotel,
él confeso que temía despertar,
ella apretaba su mano, sentía el mismo temor.

Por la mañana el amanecer los separó,
ella encontró los brazos de su cliente habitual,
se sentía triste, sin recordar por qué,
él no quiso abrir los ojos,
se empeñaba en soñarla otra vez


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*Betzabé*